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El siniestro viaje de una botella de plástico al océano

“Con tanta evidencia sobre el agotamiento de los recursos naturales, los residuos tóxicos, el cambio climático, el daño irreparable a nuestra cadena alimentaria y el rápido aumento de los casos de desastres naturales, me pregunto: ¿por qué seguimos perpetuando el problema? ¿Por qué seguimos marchando al mismo ritmo alarmante?”

                         

Yehuda Berg, Escritor.

 

En 1997, cuando el oceanógrafo Charles J. Moore y su tripulación regresaban al sur de California después de terminar la carrera de vela Transpac de Los Angeles a Hawaii, vieron una gran cantidad de basura flotando en una de las regiones más remotas del Pacífico Norte. Posteriormente escribió varios artículos sobre el alcance de esta basura, y los efectos sobre la vida marina, lo que atrajo gran atención en los medios: "Mientras miraba desde la cubierta la superficie de lo que debería haber sido un océano puro e inmaculado, me encontré, hasta donde la vista alcanzaba, con un paisaje de plástico. Parecía increíble, pero en la semana que tardé en cruzar este lugar nunca encontré un lugar despejado, no importaba la hora del día solo vi desechos plásticos flotando en todas partes: botellas, tapas de botellas, bolsas, fragmentos. Un colega oceanógrafo bautizó este depósito de chatarra flotante como El Gran Parche de Basura en el Pacífico"

Una botella de plástico tirada al aire libre, es llevada hasta algún arroyo que desemboca en un río que finalmente la lleva al mar, después de meses de flotar a la deriva perdida en el océano se une lentamente a un gigantesco remolino en donde se acumula toda esta basura formando esta gran mancha, ahí las corrientes marinas del océano atrapan millones de toneladas flotantes de desechos plásticos. Esta es solo una de las 5 grandes manchas de basura que existen en los mares del mundo, sitios en donde los contaminantes convierten el agua en una turbia sopa de desechos plásticos. El asunto es que la mayoría de los plásticos no son biodegradables lo que significa que se irán desintegrando en trozos cada vez más pequeños llamados micro-plásticos que pueden navegar por el mar eternamente.

Algunos animales como las aves marinas se enredan en el revoltijo, estas y otros peces confunden los pedacitos de plástico brillantes y multicolores conuntitled 122 comida que es absorbida por su tracto gastrointestinal, el plástico los hace sentirse saciados provocando que se mueran de hambre, las toxinas de estos plásticos pasan a la cadena alimentaria: un pequeño pez se come unos trozos, un calamar se come al pececillo y un atún se come al calamar, atún que termina en nuestra mesa consumido por nosotros y nuestra familia.

Ecologistas de varios países aseguran que gran parte de la producción mundial de plásticos, que no deja de aumentar, acaba finalmente en los océanos y amenaza a todos los seres vivos. Les comparto algunos datos para darnos una idea de la magnitud de este desastre ecológico: Se calcula que este mugrero contiene unos 7 millones de toneladas de desechos de los que el 80% son plásticos, ocupa un espacio mayor que Brasil, su espesor va de 3 a 10 metros de profundidad, en este lugar hay 6 veces más plástico que plankton, el principal alimento de las especies marinas y un estudio del Instituto Scripps de Oceanografía en California U.S. muestra que hoy en día, del 5% al 10% de los peces del mar ya contienen pequeñas piezas de plástico!

¿Qué podemos hacer?

Lo primero es aceptar que usted y yo como producto de nuestros hábitos de consumo, somos responsables, causantes y cómplices de esta atrocidad.

Las recomendaciones no son nuevas, sin embargo no han calado lo suficiente y apenas las tomamos en cuenta:

Pugnar por comprar solo botellas que estén fabricadas con plásticos biodegradables, es un crimen fabricar plásticos cuya disposición no está controlada y que pueden tardar 1000 años en degradarse.

Rechazar envases de plástico hasta donde nos sea posible reduciendo nuestro consumo de estos recipientes escogiendo alternativas más sustentables, muchas veces no somos concientes de la fuerza que tenemos como consumidores y el poder que podemos ejercer para cambiar la forma como los fabricantes envasan sus productos.

untitled 123Reusar los envases de plástico como reusamos vasos de vidrio, platos de cerámica y cubiertos de metal, una y otra vez con solo lavarlos.

Reciclar los plásticos, estos representan un ingreso y garantizan que esos desechos se convertirán en algo útil. Debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para evitar que estos lleguen al mar. Basta con acondicionar una jaula en cada fábrica, escuela, tienda o manzana en donde nos acostumbremos a depositar nuestros envases de plástico para evitar que esa botella inicie su viaje siniestro al océano.

Que de aquí en adelante, cuando tiremos una botella de plástico al deplorable sistema de recolección de basura que nos gastamos, seamos concientes de que el mundo es mucho más pequeño de lo que imaginamos y que esa botellita en unos cuantos años estará envenenando a aves y peces y de paso a nuestros hijos y nietos por muchas generaciones.

Video relacionado:

“El ciclo de vida de una botella de plástico”

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